Historia de los zapatos castellanos

La creación de este calzado remonta a la primera década del siglo XX en Elche, siguiendo el patrón de los aborígenes americanos con la técnica de construcción kiowa.

Los mocasines de hoy día no son nada parecido a los que usaban los aborígenes, puestos que solo cubrían el dorso del pie, no presentaban suela y estaban hechos con piel de animales sin trabajar.

Mientras que los actuales mocasines conservan la técnica de construcción kiowa y la costura que recorre la parte delantera del pie.

Los primeros modelos de zapatos castellanos comercializados, fabricados y diseñados en EE.UU estaban hechos de resistente piel de animal bien trabajada y doble suela de cuero.

Este calzado este hecho especialmente para resistir los diversos cambios climáticos, lo cual los ha hecho ser una clase de gran competencia comercial, sin embargo, tardaron en llegar a España.

Zapatos Fernando Castellanos

Para el año 1942 llega por primera vez a Madrid este tipo de calzado, siendo el responsable de comercializar esta marca en aquella comunidad Fernando Castellanos.

Puesto que para esa fecha Fernando abrió un pequeño taller donde se fabricaban botas y zapatos mocasines a medidas. Todavía no adquirían una demanda elevada  en el mercado.

Pero no fue sino hasta la década de los años 60 donde este calzado comenzó a ser reconocido por las personas, mayormente por la población masculina.

Para esta misma década  la segunda generación de la familia Castellano modifico el diseño del calzado siendo esta la que perdura actualmente.

En aquel entonces los zapatos castellanos eran fabricados  solo por encargos y  de forma tal que las personas esperaban un máximo de  tres (3) meses para obtener el calzado.

Debido al apellido de la familia que dio a conocer los zapatos mocasines en España, este tipo de calzado actualmente también recibe el nombre de zapatos castellanos.

Años más tardes el pequeño taller de zapatos castellanos ubicado en la calle Hermosilla de Madrid se hizo muy famoso entre la comunidad Española

Gracias al nuevo modelo de mocasines “potro con flecos” permitió que esta pequeña empresa lograra convertirse en una compañía de prestigio, como lo sigue siendo actualmente.

El éxito que logra alcanzar esta marca de calzado fue de gran  satisfacción para la empresa castellanos, puesto que no solo diseñan y elaboran zapatos resisten y de buena calidad.

Sino también por lo que es un calzado clásico, y se mantiene a la vanguardia, y debido a la demanda comercial de estos actualmente, no solo se elaboraron mocasines para hombres.

También se  fabrican castellanos para niños y  mujeres adaptando para estas hormas femeninas, y esto les ha permitido ser una marca de calzado reconocida y prestigiosa a nivel internacional.

¿Qué son los zapatos castellanos?

El origen de este calzado fue en Elche, fue esta comunidad quien los dio a conocer internacionalmente.

Y aunque por lo que en la actualidad este calzado se conoce con el apellido de la familia que los hizo una marca reconocida de calzado, fue en Elche donde se lanzó y mejoró.

Los zapatos castellanos también conocidos como mocasines son un calzado clásico que se mantiene a la vanguardia para satisfacer y resaltar la estética de las personas.

Es un calzado cómodo y práctico de usar, caracterizado por no poseer hebillas ni cordones, es de uso tanto casual como sport, y pueden ser usados sin calcetines.

Los mocasines desde su fabricación se han identificado por ser un calzado para hombres, pero actualmente no es solo un zapato para la población masculina.

Debido a su comodidad y calidad hoy día también se fabrican mocasines para mujeres y niños.

Este calzado este hecho de cuero y una suela doble resisten, lo que les brinda mejor comodidad a las personas al calzar los zapatos.

El material utilizado para elaborar este calzado es exclusivo y de buena calidad, pues la piel con la que se fabrican estos zapatos es traída del Norte de España y Europa.

La comercialización de los zapatos castellano ha sido tan satisfactoria, que hoy día hay una gran variedad de este calzado, para así satisfacer las necesidades de los hombres caminantes.

El auténtico zapato castellano de Elche, debe estar cosido a mano de manera artesanal, y debe tener suela de piel.